Uno de los momentos más importantes para la industria de desarrollo de software fue la introducción de Visual Basic que, gracias a su enfoque visual y su simplicidad, permitió a los programadores ser más eficientes. Sin embargo, a pesar de su popularidad, tenía limitaciones.
A medida que las demandas tecnológicas crecieron, los desarrolladores comenzaron a buscar alternativas más poderosas y eficientes. Por eso, ahora somos testigos de un nuevo cambio: la transición de Visual Basic al low code, que hace que el desarrollo de aplicaciones sea aún más accesible.
El camino de Visual Basic al low code
Visual Basic fue lanzado por Microsoft en 1991, con un objetivo claro: facilitar el desarrollo de aplicaciones para usuarios que no eran expertos en programación. Para esto, introdujo el enfoque visual en la creación de interfaces de usuario (UI), para que los programadores pudieran diseñar aplicaciones de manera intuitiva utilizando un sistema de “arrastrar y soltar”.
Los controles visuales como botones, cuadros de texto y menús se colocaban en una ventana, mientras que el código detrás de estos elementos se escribía en un lenguaje básico fácil de aprender.
El impacto de Visual Basic fue enorme y gracias a él, muchas pequeñas empresas y programadores independientes pudieron crear aplicaciones de Windows sin tener que aprender lenguajes de programación complejos.
Pero, con el tiempo, creció la demanda de herramientas que facilitaran la creación de interfaces y permitieran una mayor escalabilidad y versatilidad. Esto llevó a la aparición de nuevos lenguajes de programación que ofrecían más control y eficiencia, pero con mayor complejidad.
Sin embargo, la idea de simplificar el desarrollo nunca desapareció y es aquí donde las plataformas de low code aparecen en escena. Si bien Visual Basic representó un hito en la simplificación del desarrollo, las herramientas de low code están llevando esta idea al siguiente nivel.
¿Qué es el low code?
El término “low code” se refiere a un enfoque de desarrollo de software en el que las aplicaciones se construyen a partir de interfaces gráficas y componentes predefinidos, sin depender solo de código escrito manualmente. Los usuarios tienen acceso a herramientas visuales para diseñar aplicaciones, gestionar bases de datos y establecer flujos de trabajo con rapidez.
Las plataformas de low code acortan los ciclos de desarrollo y lo que antes tomaba semanas o meses, ahora puede completarse en días o incluso en unas pocas horas.
Un ejemplo de este tipo de plataformas low code es Velneo, con la que es posible desarrollar aplicaciones de gestión empresarial, de forma rápida y eficiente. Ofrece una base de datos propia, compatibilidad con múltiples sistemas y dispositivos, y una comunidad activa con soporte continuo.
Beneficios del low code frente a los métodos tradicionales
La transición de Visual Basic al low code tiene interesantes ventajas:
- Velocidad de desarrollo: Se pueden crear aplicaciones rápidamente gracias a que incluye componentes preconstruidos y flujos de trabajo automatizados.
- Accesibilidad: Permite que personas sin experiencia técnica puedan participar en el proceso de creación de software.
- Reducción de costos: El desarrollo tradicional muchas veces implica largos ciclos de trabajo y equipos altamente capacitados, incrementando los costos. En cambio, con el low code, se reduce el tiempo y el dinero invertido en el desarrollo.
- Flexibilidad: Muchas plataformas permiten agregar código personalizado cuando sea necesario.
- Mejora de la colaboración: La interfaz visual y fácil de usar fomenta la colaboración entre equipos de negocio y desarrollo, posibilitando una mayor alineación en los proyectos.
Lo que comenzó con Visual Basic y el esfuerzo por hacer el desarrollo más accesible, ha evolucionado hacia una metodología con la que usuarios sin conocimientos técnicos pueden crear aplicaciones robustas y funcionales.
Y, así como Visual Basic fue una herramienta que llegó para cambiarlo todo en su época, el low code lo está haciendo hacia un desarrollo de software más ágil y accesible.