Los de Redmond llevan mucho tiempo trabajando en el diseño de Fluent Design y Fluent UI. Una interfaz que establezca elementos modernos para adaptarse a los diferentes dispositivos. En esa base se crearon las nuevas aplicaciones de Office para iOS y Android y ahora Microsoft ofrece las herramientas para todos.
Una librería multiplataforma
En alguna ocasión hemos hablado de lo dificil que es crear una interfaz para cada sistema o buscar esa simetría. Los desarrolladores tienen unos recursos limitados y esto complica lo que pueden llegar a hacer.
Fluent UI es más que una colección de frameworks de experiencia de usuario para crear aplicaciones web y móviles que comparten código, diseño y comportamiento de interacción. Es un nuevo enfoque de cómo trabajan en todas las disciplinas y equipos de productos para ofrecer experiencias más fluidas que se sienten naturales en los dispositivos que usamos a diario.
Están simplificando su ecosistema de desarrolladores, para que todo tipo de socios puedan aprovechar y contribuir a estos frameworks para crear sus propias experiencias. Y el ejemplo lo vemos a continuación.
El uso de componentes de FluentUI React (Web), Fluent UI Apple (iOS y macOS) y Fluent UI para Android, todo ello en cualquier sistema. Esto garantiza que las aplicaciones y servicios de Microsoft 365 sigan siendo potentes herramientas mientras se sienten más intuitivos y coherentes en todas las plataformas. Con la adición de la nueva biblioteca Fluent UI React Native, ofrecen componentes multiplataforma, lo que facilita a los desarrolladores de JavaScript ofrecer experiencias entre dispositivos a los clientes más rápidamente.
Para los desarrolladores que construyen experiencias nativas de Windows, WinUI continúa siendo el patrón a seguir. Pero, como podéis ver la universalidad que ansía Microsoft parece posible desde el punto de vista técnico.
Nativo en cada dispositivo pero con el sello Fluent
En Microsoft consideran que la productividad no está reñida con la creatividad. Necesitamos salir del paso y seguir haciendo lo que nos corresponde, ya sea en nuestro smartphone, tablet, PC o portátil.
Al igual que en el diseño de automóviles, en Microsoft creen que solo se necesitan unos pocos elementos de diseño exclusivos para que cada producto dé forma a la impresión de una experiencia de marca en la mente de las personas. Estos elementos «esenciales» crean claridad y estructura, por lo que las personas entienden cómo usar un producto sin importar en qué dispositivo se encuentran.
Las aplicaciones, logotipos y colores están claramente escogidos en Microsoft. Esta es su experiencia como marca que va más allá del resto de elementos. Pero también hay componentes de interfaz de usuario más específicos que hacen que nuestras aplicaciones se sientan excepcionalmente fluidas. Por ejemplo, la barra de navegación personalizada ofrece a las aplicaciones móviles un toque familiar y familiar.
Para Microsoft, crear experiencias que se sientan coherentes entre plataformas no se trata de reglas de guía de estilo abrumadoras o interfaz de usuario que sea idéntica en cada píxel. En su lugar, se centran en cómo se comporta cada plataforma y a qué están acostumbrados los usuarios. En general, nos referimos a la regla 80/20: utilizan patrones nativos el 80 por ciento del tiempo, centrando su energía en componentes personalizados que mejoran la experiencia del cliente.