Aunque no nos hayamos parado a pensarlo, uno de los momentos más caros energéticamente hablando es cuando Windows Update instala las actualizaciones de Windows. Es caro para el planeta en emisiones de carbono y caro para nuestro bolsillo, con una factura eléctrica disparada.
La razón es que la instalación de actualizaciones es uno de los procesos más complejos que realiza nuestro ordenador. La descompresión y la instalación provocan picos de carga que llevan la CPU al 100% y, por lo tanto, aumenta el consumo de energía. Esto, independientemente, de que solo estemos viendo un vídeo de YouTube en ese momento, por ejemplo.
Windows Update utiliza las horas más baratas en Windows 11 22H2
Una de las novedades de Windows 11 22H2 es que Windows Update utiliza las horas más baratas para aplicar las actualizaciones. Realmente, el objetivo de Microsoft es reducir la emisión de dióxido de carbono procedente de la quema de gas. El ahorro económico llega de la mano del mercado marginalista de electricidad empleado en Europa.
De esta forma, Windows 11 2022 Update emplea los datos de Electricity Maps para conocer las horas con menos emisiones de gas y ese intervalo de tiempo será el que utilice Windows Update para instalar las actualizaciones.
Puesto que en España utilizamos el mercado marginalista, las horas con menos emisiones de gas son las horas más baratas, ya que el precio queda marcado por las energías renovables, que son más económicas. De esta forma, los consumidores del mercado regulado (PVPC) verán cómo su equipo se actualiza en los tramos de menor precio.
En el caso de los usuarios del mercado libre, también se verán beneficiados. Al instalar Windows Update las actualizaciones de Windows 11 en los tramos con menores emisiones de gas, el mecanismo regulado del tope del gas afecta en menor medida y la factura eléctrica terminará siendo menor.
