El otro día estaba pensando posibles maneras de mejorar Windows 11 en la actualidad y de casualidad caí en esta idea. Desde hace unos meses utilizo una Surface Pro X (SQ2) como mi equipo principal y el resultado es fantástico. Cabe destacar que yo no hago uso de programas extraños y la experiencia nativa es muy buena.
Pero entonces pensaba, que pena, con lo bien que funciona ahora Windows 11 en entorno táctil y los malos procesadores de ARM que tenemos. A ver, malos no son, pero palidecen frente a la competencia. Y a partir de ahí empecé a unir cabos para darme cuenta de la mala suerte de Microsoft. El gigante de Redmond siempre ha estado en un perfecto desequilibrio entre hardware y software. Vamos a ver unos claros ejemplos.
El Ying y el Yang de Microsoft
Windows Phone/Windows 10 Mobile
En este primer caso, para los nostálgicos del lugar, vemos un claro problema. Microsoft nunca estuvo a la altura en cuanto a software. Su sistema operativo siempre era una promesa que nunca alcanzó a la competencia. Siempre teníamos sueños e ilusiones de ciertas aplicaciones y, a pesar de que la cuota llegó a un 10%, nunca se acercó a Android o iOS.
En aquel momento, cegados por la pasión, apoyábamos las ideas del gigante de Redmond. Si, algunas como Continuum todavía no han sido alcanzadas, pero, otras cosas no alcanzaban a acercarse a su competencia. En esta ocasión no se puede culpar a Qualcomm ya que Android prosperó. De hecho, a raíz de esta situación tenemos un híbrido extraño denominado Surface Duo, la viva imagen de las carencias que tiene Microsoft en el ámbito de los smartphones.
Surface Neo
El dispositivo que más me ha podido gustar hasta la fecha se ha quedado en el limbo de la tecnología. Con este dispositivo llegaban ideas frescas en lo que ya consideramos el salto de fe de Panos Panay, que salió regular. La división de Surface nos dejaba sin palabras en aquel evento presentando Surface Duo y Surface Neo. Dos dispositivos totalmente diferentes y rompedores que buscaban su hueco en el mercado.
Panos Panay exponía la necesidad de Windows 10X como una alternativa más sencilla de Windows 10. El final de dicha película se denomina Windows 11 y, al menos hemos sacado algo bueno. En esta ocasión el problema radica en ambas partes. Por un lado, la división de software de Microsoft no estuvo a la altura de ofrecer un sistema operativo que funcionase con dos pantallas y Windows 10X se abandonó ante la infinidad de problemas que disponía.
Por otro lado, Intel no presentó un procesador que pudiese servir para este dispositivo. Era un reto de lo más complejo y los de Santa Clara no sabían cómo incluir uno de sus procesadores en un dispositivo tan fino. Claro, Microsoft recurrió a Intel ante el problema de Qualcomm con sus procesadores 8cx.
La conclusión de esta parte es que todas las partes fallaron, quizás esto podría considerarse equilibrio entre hardware y software. Aunque sucedió en el peor sentido posible. Microsoft intentó ser disruptor y la idea acabó destruida.
Windows sobre ARM
El sueño desde hace años de Microsoft… sigue siendo un sueño. En un primer momento podríamos culpar al equipo de Windows de dejadez o de falta de recursos. Surface RT fue el primer producto comercial y nadie lo entendió. Digamos que estaba adelantado a su tiempo y que no contó con el apoyo de los desarrolladores ante una plataforma que intentaba abrirse camino.
Si al caos de Windows RT le sumamos Windows 8 tenemos el cocktail perfecto para que algo salga mal. Para sorpresa de nadie, salió mal, muy mal. Y aun así llegamos a ver una segunda iteración con Surface 2. El equipo de Steve Sinofsky no eligió bien con Nvidia y su plataforma Tegra o quizás no había potencia suficiente. Sea como fuere esto apartó el interés de Microsoft en Windows sobre ARM hasta hace poco tiempo.
Ahora, empezamos a ver nuevas esperanzas para este tipo de dispositivos. Panos Panay y su equipo han sobrevivido a los golpes con Surface Pro X y ya se han atrevido a ofrecer una alternativa con procesador ARM en su Surface más popular. Esto marca una declaración de intenciones y sin duda Surface Go 4 contará con su variante ARM.
Si a eso le sumamos Project Volterra, ahora conocido como Windows Devkit 2023, poco se le puede achacar a Microsoft en esta nueva intentona. Están poniendo todo de su parte para que Windows sobre ARM funcione. Veremos a ver si acaba funcionando como es debido. Quizás esto le abra las puertas a ofrecer un Surface Duo con Windows 11 en un futuro y volver al equilibrio.