Durante toda nuestra vida jugar en PC era sinónimo de Windows. El ecosistema de drivers, DirectX y la inercia de la industria cimentaron una dependencia casi total. Pero en 2025 la foto empieza a cambiar: Linux acaba de cruzar el 3,05% de cuota en la encuesta de hardware de Steam, un máximo histórico que, aunque modesto, habla de tendencia más que de cifras absolutas.
La noticia no nace en el vacío: Steam Deck, SteamOS y el avance de Proton han hecho más por el gaming en Linux en tres años que décadas de esfuerzos dispersos. Y el culpable no es otro que la propia Microsoft y su desidia con Windows.
Linux gaming alcanza el 3% en Steam: ¿está Windows en problemas?
Habitualmente, os solemos mostrar las encuestas de Steam para mostraros la tendencia de Windows 11. Sin embargo, la última Steam Hardware & Software Survey (octubre de 2025) sitúa a Linux en el 3,05% y a Windows en el 94,84%, con macOS en 2,11%. Es un punto más que hace un año para Linux y, sobre todo, un punto de inflexión psicológico: el “tres y pico” convierte a Linux en algo más que una anécdota en el radar de los estudios. Es ya el segundo sistema superando a macOS.
Hace muchos años Steam trataba de luchar con Windows con las denominadas Steam Machines. Sin embargo, aquello fue un sonoro fracaso que obligó a Steam a aparcar las Steam Machines y SteamOS. Además, dentro del “pastel” Linux, SteamOS ronda el 27% de instalaciones. Dicho de otro modo: más de 1 de cada 4 usuarios de Linux en Steam están en SteamOS (Steam Deck y derivados). El hardware portátil de Valve ha servido de “caballo de Troya”: entras por el dispositivo y te quedas por la experiencia. Además, se ha visto que Windows es un lastre para el hardware portátil que ve su autonomía claramente afectada.
El avance de Proton/Wine ha sido clave: casi el 90% de los juegos de Windows funcionan en Linux en alguna medida, según los agregados más recientes de la comunidad y medios especializados. No todo corre perfecto ni “verificado Deck”, pero el salto cualitativo es evidente.
Por qué crece Linux ahora y no antes
Las consolas PC han creado un nuevo caso de uso donde Linux/SteamOS brilla: suspender/reanudar, controles integrados, optimización “de sofá”. Ese “apaga y vámonos” aleja fricciones típicas del escritorio clásico.
Entre el fin de soporte de Windows 10 y cambios impopulares de experiencia (telemetría, cuenta obligatoria, ajustes que se mueven), cada roce empuja a un pequeño porcentaje a probar alternativas. No es una estampida, pero sí una fuga constante, un drenaje que no cesa.
Cuantos más usuarios prueban y reportan en ProtonDB, más parches, “hints” y optimizaciones llegan, y mejor rueda la bola de nieve. El resultado es un círculo virtuoso: más compatibilidad → más usuarios → más compatibilidad.
Los sistemas anti-trampas más intrusivos (kernel-level) siguen siendo el mayor obstáculo, por el momento, para shooters competitivos y algunos free-to-play. Aquí Windows conserva ventaja por soporte “nativo” y acuerdos con publishers. Mientras Call of Duty, Valorant o similares no se alineen, una parte del público seguirá atada a Windows.
¿Está Windows en problemas?
No a corto plazo. Con casi 95% de cuota en Steam, Windows mantiene un dominio aplastante. Pero sí hay señales que Microsoft no debería ignorar: handhelds creciendo, Linux por fin “jugable” y un usuario cada vez menos paciente con “cosas raras” del sistema. Veremos si Xbox Ally / Modo Handheld y un Windows más “consolizado” son respuesta a este cambio de viento.


El verdadero problema es que SteamOS funciona mejor.