Según informa la web Ghacks, Microsoft ha puesto fin al servicio de parches rápidos de Windows. Este servicio llegó al sistema operativo como una solución de Microsoft para hacer llegar a los usuarios pequeñas correcciones de errores de forma independiente respecto a las clásicas actualizaciones de Windows Update.
Al parecer, todo usuario o administrador de sistemas que intente descargar algún «hotfix» desde la web de Microsoft recibirá un mensaje de «Este parche no está disponible».
Una decisión que todavía no se ha hecho oficial
De este modo, la compañía de Redmond invita a los usuarios a actualizar el sistema operativo o a utilizar otros servicios de Microsoft para descargar los ficheros o drivers que buscan.
La naturaleza de estos parches iba totalmente enfocada a administradores de sistemas que necesitaban corregir ciertas cuestiones lo antes posible para no comprometer la seguridad o productividad de la empresa, sin necesidad de esperar hasta que el parche se integrase en una actualización mayor de Windows que llegase más adelante.
No se trata de una decisión del todo sorprendente porque hace ya 3 años que Microsoft no lanza un parche rápido para ningún sistema operativo (el último que lanzó fue en 2015 para Windows 8), mientras que todavía no ha lanzado ninguno para Windows 10 ni para Windows Server 2016.