A pesar del paso del tiempo sigue siendo muy interesante descubrir historias que huelen a naftalina y gomina de aquellos tiempos. En la década de 1990, Microsoft, conocida principalmente por su sistema operativo Windows, experimentaba con nuevas formas de hacer más accesible la informática para los usuarios menos experimentados. Un claro ejemplo de esta estrategia fue el lanzamiento de Microsoft Bob, un sistema gráfico que, aunque fracasó comercialmente, dejó una marca significativa en la historia del software.
¿Qué era Microsoft Bob?
Microsoft Bob fue una interfaz gráfica de usuario (GUI) que se lanzó en 1995 para facilitar el uso de los sistemas operativos Windows 3.1 y Windows 95. Su propósito era reemplazar la tradicional interfaz de ventanas y menús por una interfaz más amigable y accesible, orientada a los usuarios que no estaban familiarizados con los sistemas operativos de línea de comandos. Con su diseño cargado de elementos cartoonish y la inclusión de un asistente virtual llamado Rover the Dog, Bob intentó acercar a los usuarios a la tecnología a través de una experiencia más visual y lúdica.
A pesar de su intento de ser una herramienta de transición para los novatos en la informática, Microsoft Bob nunca alcanzó el éxito esperado. Según el portal PCWorld, el software solo vendió unas 30,000 copias, lo que llevó a Microsoft a abandonarlo rápidamente.
El principal problema de Bob fue su alto requerimiento de hardware para la época. Con 8 MB de RAM necesarios para su funcionamiento, resultaba demasiado exigente para muchos equipos de los años 90, lo que limitó su adopción. Sin embargo, Bob no desapareció sin dejar huella. Aunque su interfaz fue retirada, algunos de sus elementos y conceptos fueron revividos en Windows XP a través de una curiosa historia de reutilización de espacio en los discos de instalación.
Siempre habrá un pedacito de Bob en Windows XP
A pesar de su fracaso, Bob encontró una segunda vida en Windows XP. Cuando Microsoft preparaba los discos de instalación de Windows XP, se dieron cuenta de que quedaba un espacio libre de 30 MB en los CDs. En lugar de dejar ese espacio vacío, decidieron utilizarlo para incluir una versión encriptada de Microsoft Bob. Este paso, según declaraciones del ingeniero Dave Plummer, fue una estrategia para dificultar la piratería, utilizando el espacio vacío del disco para almacenar una versión encriptada de Bob que, de alguna manera, podría ser rastreada por su firma digital.
De este modo, Bob revivió en una forma inesperada, sirviendo como una especie de «lastre digital» para evitar la distribución ilegal de los CDs de Windows XP.
Aunque Microsoft Bob no logró captar la atención de los usuarios en su momento, su intento por hacer la informática más accesible dejó lecciones importantes. La idea de proporcionar interfaces gráficas más fáciles de usar y amigables con el usuario es algo que Microsoft sigue persiguiendo hoy en día, especialmente en sistemas como Windows 11 y sus herramientas como Cortana.
Bob, de alguna manera, pavimentó el camino para lo que conocemos hoy como interfaces más intuitivas, demostrando que incluso los fracasos pueden ser lecciones valiosas para la evolución del software aunque sea para acabar con la piratería.
Es una historia cuanto menos curiosa. Nosotros desconocíamos que existiese Microsoft Bob y nos ha resultado muy interesante su inclusión en Windows XP para frenar la piratería. Desde luego una empresa con medio siglo de historia tiene anécdotas muy curiosas.
Me parece aún más atractivo el Microsoft Bob que el diseño actual de W11. Ya, soy un exagerado pero lo digo con orgullo: ¡viva la barra arriba de Windows 10!