Los procesadores Intel de 14ª generación, conocidos como Meteor Lake. Prometen ser una revolución en el mercado de los chips para ordenadores. No solo por su diseño híbrido de núcleos de alto y bajo rendimiento. También por su arquitectura en mosaico que combina diferentes tecnologías de fabricación. Pero hay otra característica que podría marcar la diferencia: la caché L4.
La caché L4 es un tipo de memoria que se sitúa entre la caché L3 y la memoria RAM. Sirviendo para almacenar datos e instrucciones que son frecuentemente utilizados por el procesador. De esta forma, se reduce la latencia y se mejora el rendimiento al evitar acceder a la memoria principal, que es más lenta.
Intel ya utilizó una caché L4 en algunos de sus procesadores de la plataforma Broadwell, allá por el año 2014. Se trataba de una eDRAM (memoria dinámica integrada) que se añadía al chip y que ofrecía 64 o 128 MB de capacidad. Sin embargo, esta solución tenía un coste elevado y unos tiempos de acceso relativamente altos, por lo que Intel la abandonó en generaciones posteriores.
¿Qué novedades trae la caché L4 de Meteor Lake?
Según las notas de parche recientes de Linux, Intel ha confirmado que sus futuros procesadores Meteor Lake contarán con una caché L4 llamada ADM (Adamantine). Esta caché formará parte del tile base, es decir, el módulo que une al resto de tiles que componen el procesador: los núcleos de CPU, el SoC, la GPU y el E/S.
La ventaja de esta disposición es que la caché L4 podrá ser accedida rápidamente por cada tile, lo que podría aumentar el rendimiento de forma significativa. Además, Intel afirma que la caché L4 será mucho más rápida que la tradicional caché L3, y que tendrá unos tamaños que variarán entre los 128 y los 512 MB.
Otra característica interesante es que la caché L4 preservará datos en el reinicio, lo que ayudará a mejorar los tiempos de carga y a ahorrar ciclos de CPU. Esto podría ser útil para casos de uso como el arranque rápido de Windows, Linux o Chrome OS, o para dispositivos modernos como vehículos inteligentes o robots domésticos e industriales.
La caché L4 de Meteor Lake no será accesible para la GPU integrada (tGPU), que tendrá su propia memoria dedicada. Esto supone un cambio respecto a las generaciones anteriores, donde la GPU compartía la caché L3 con la CPU. De esta forma, se evita la interferencia entre ambos componentes y se optimiza el uso de la memoria.
Los procesadores Intel Meteor Lake se esperan para finales del 2023 o principios del 2024, y estarán enfocados tanto para ordenadores portátiles como de sobremesa. Se basarán en un proceso de fabricación mixto que combinará los 7 nm de Intel con los 3 nm de TSMC. Además, incorporarán núcleos Redwood Cove y Crestmont, así como una GPU Xe Gen 12.7 con hasta 64 unidades de ejecución.
Antes los sistemas operativos se adaptaban a lo que había. Ahora hay que hacer chips especiales para que algo funcione como tendría que funcionar. Algo es algo.
Es mejorar la caché y con cambios dentro de la manera en que funcionaba hasta ahora. Deberías leer el contenido y no quedarte en el título ya que también mejora en Linux por este cambio en la propia caché
Lo que yo quería decir es que es más sencillo hacer parches o mejoras en el sistema operativo que comprar ordenadores nuevos para que las cosas mejoren. Donde trabajo tenemos unos 9.000 euros en equipos informáticos, no es viable comprar nuevos. Y cuando lo hagamos a saber qué otros nuevos chips habrá y si existirá W11.