Los AMD Ryzen 7000 buscan batir a Intel en mono-hilo y estrenan gráficos RDNA2

Los meses de septiembre y octubre hacen las delicias de los aficionados al PC. No solo Intel ha presentado su nueva generación de procesadores Raptor Lake, sino que AMD también entra en el juego con los Ryzen 7000, que estrenan la arquitectura Zen 4. ¿El objetivo? Terminar de batir a Intel en rendimiento mono-hilo.

De hecho, la nueva generación de AMD no supone ninguna revolución, como fue la arquitectura híbrida de Intel. La compañía se ha centrado en aumentar la frecuencia máxima de sus núcleos a costa de una factura de la luz que seguirá sumando dígitos, y ofreciendo como factor diferencial unos gráficos integrados RDNA 2 que dejan muy mal parados a los UHD Graphics 770 de Intel.

Más vatios, más potencia

Los núcleos Zen 4 a 5 nanómetros se enfocan en aumentar el rendimiento mono-hilo, que viene siendo el punto débil de AMD desde que lanzasen los procesadores Ryzen. El rendimiento multi-hilo es indiscutible, pero en juegos la diferencia con Intel en mono-hilo se acentúa y el equipo rojo lleva varias generaciones intentando minimizarla todo lo posible.

El primer éxito de esta batalla llegó de la mano del Ryzen 7 5800X3D y su 3D Caché. Sin embargo, ese añadido tiene un coste y AMD sigue perdiendo la batalla en su segmento habitual. Para intentar minimizarlo, la empresa no solo estrena su nodo de 5 nanómetros, sino que aumenta el TDP desde los 105 hasta los 170W.

Podríamos hablar de un consumo de energía disparatado, pero Intel ha seguido el mismo camino para evitar que AMD le arrebate el trono. Por poner un ejemplo, el Intel Core i9-13900K puede alcanzar un TDP de 253W, mientras que el Ryzen 7 7950X se mantiene en los 170W.

De hecho, si comparamos los procesadores topes de gama de ambas compañías, ambos cuentan con 32 hilos. Sin embargo, hay una diferencia significativa: la CPU de Intel emplea 16 núcleos eficientes, mientras que AMD emplea 16 núcleos Zen 4 sin distinción.

Los AMD Ryzen 7000 estrenan socket AM5

Aunque los Ryzen 7000 no suponen una revolución en cuanto a arquitectura, AMD los ha utilizado como punto clave para romper con toda la tecnología anterior. Básicamente, para disfrutar de los nuevos procesadores Ryzen 7000 tendremos que montar un equipo completamente nuevo (a excepción del chasis, fuente de alimentación y almacenamiento).

El equipo rojo, a diferencia de Intel, no quiere saber nada de las memorias DDR4. Las placas tampoco son compatibles al estrenar el socket AM5. Por lo tanto, estaríamos hablando de un gran desembolso al tener que adquirir una placa con chipset X670 o B650, memorias DDR5 y el propio procesador.

La razón de que AMD haya optado por emplear un nuevo socket es la integración de los gráficos RDNA 2, que básicamente vienen a competir con los UHD Graphics 770, aunque con los beneficios de la arquitectura de AMD. Además, la marca ha optado por reemplazar el acoplamiento PGA por LGA, pasando los pines del procesador a la placa base.

Gráficos integrados para competir con Intel

Uno de los problemas que tenía AMD para competir con Intel era la falta de gráficos integrados. En una situación en la que la adquisición de una gráfica dedicada de Nvidia o AMD se tornaba muy complicada, los gamers podían optar por una CPU de Intel y montar su ordenador a la espera de algún «chollo».

Mientras tanto, con AMD desaparecía esa opción. El poder tener una gráfica integrada que sirva para dar los primeros pasos con el PC o como backup de una gráfica dedicada en caso de fallo es algo que los usuarios venían pidiendo desde hace años y parece que, finalmente, ha optado por este camino con sus Ryzen 7000.

Aunque no debemos esperar una potencia descomunal, AMD ha integrado dos unidades de computación RDNA 2 con una potencia total de 0,56 TFLOPS. No es demasiado, pero sí es lo justo y necesario para poder encender el ordenador sin una gráfica dedicada.

Precio y disponibilidad de los AMD Ryzen 7000

Los AMD Ryzen 7000 llegaron a las tiendas el pasado 27 de septiembre, con un precio de partida de 365 euros. Recordemos que a este precio debemos sumarle el coste de una solución de disipación, ya que los Ryzen dejaron de incorporar ventilador a partir de los Ryzen 5000.