La compañía de Santa Clara ha decidido pasar al ataque. A partir de este momento, los equipos Mac no son validos y parece que se va a embarcar en una campaña para desacreditarlos. Una estrategia que ya se ha utilizado en el pasado y que no ha funcionado.
Only a PC can power scientists and gamers alike. #GoPC
— Intel (@intel) February 10, 2021
¿La mejor respuesta de Intel es la publicidad?
Es algo curioso, con la bofetada de realidad que significó el anuncio de los nuevos Mac ARM las respuestas han sido pobres. En lugar de tener a Intel y Qualcomm deseando competir y demostrar que pueden hacerlo mejor no han hecho nada.
Qualcomm se mostraba «feliz» porque Apple se pasase a ARM al darle más credibilidad a su proyecto. Pero se olvidaron de comentar que su proyecto es hasta tres veces más lento que el primero procesador de Apple para portátiles y sobremesa. Afortunadamente, al menos han adquirido la empresa Nuvia y parecen trabajar en algo.
Por su parte Intel, en plena guerra interna que se ha llevado a su CEO por delante, ha optado por la publicidad agresiva. Eso no soluciona tus problemas sino que deja en evidencia tu incapacidad de competir de tú a tú. En tecnología lo que mejor habla de ti son las cifras, el rendimiento de tus equipos, la autonomía.
Me había entusiasmado con las palabras de Pat Gelsinger, nuevo CEO de Intel, pero veremos si está a la altura. Gelsinger decía que no podían permitir que una empresa de moda les supere en procesadores. Entonces, en lugar de lanzarse a trabajar para demostrar quien manda lo primero que hacen es «adaptar» unas gráficas y atacar en redes a Apple.
Si algo nos ha demostrado el paso de los años es que eso no sirve. Sino, recordemos los sublimes anuncios de Nokia y el poco éxito que tuvieron. «Don’t fight Switch» fue una campaña sublime que no consiguió arrebatar cuota de mercado a Android e iOS.
Intel no va a conseguir que alguien que quiere usar un Mac deje de hacerlo por sus cuatro tweets. Es el momento de sentarse, trabajar y ver como competir con ARM y con AMD. Las campañas de publicidad agresivas pocas veces han tenido el resultado esperado.