Nos gusta que tengáis que invertir menos dinero si es posible reparar las cosas. Siempre tratamos de abogar por la reparación y, en esta ocasión os ofrecemos un práctico tutorial para que podáis reparar y limpiar vuestro mando de Xbox One.
Cómo reparar un mando de Xbox One
En primer lugar os debemos quitar el miedo. El mando de Xbox One es muy compacto pero, es fácil de desmontar con las herramientas adecuadas. Los de Redmond han creado un gran periférico pero que no está exento del desgaste.
Para ello tan solo debemos quitar las partes traseras laterales haciendo palanca. Os recomendamos que tengáis cuidado a la hora de hacerlo para no marcarlas, si lo hacéis siempre podéis limarlas con una lija de agua de grano fino.
A continuación veremos cuatro tornillos Torx en los laterales. Existe un quinto tornillo debajo de la pegatina de la tapa de las baterías. Eso si, la pegatina se puede quitar cómodamente y luego volver a poner.
Una vez quitamos esos tornillos podemos extraer el frontal del mando y acceder a los dos pads analógicos. Para quitar el viejo pad solo tenemos que tirar hacia arriba y saldrá la pieza completa. Con esto ya tenemos mando de Xbox para una larga temporada.
Kit de reparación de mando de Xbox One